Para comenzar a hablar acerca de la
inteligencia emocional es preciso conocer antes que son las emociones y algunas
de ellas:
Definición
de emociones:
Las emociones son reacciones a las
informaciones que recibimos de nuestras relaciones con el entorno. La
intensidad de la reacción está en función de las evaluaciones subjetivas que
realizamos sobre cómo la información recibida va a afectar nuestro bienestar,
en estas evaluaciones subjetivas intervienen conocimientos previos, creencias,
objetivos personales, percepción de ambiente provocativo, etc. Hay que
considerar que si la emoción es muy intensa puede producir disfunciones
intelectuales o trastornos emocionales como las fobias, estrés y depresión,
definición dada por Gallego, González y Vivas (2007) citando a Bisquerra (2000,
Pág. 63).
Elementos
constitutivos de la emoción:
En una emoción se dan los siguientes
elementos de acuerdo a Gallego, González y Vivas (2007):
a. Una situación o estímulo que reúne ciertas
características, o cierto
potencial, para generar tal emoción.
potencial, para generar tal emoción.
b. Un sujeto capaz de percibir esa situación,
procesarla correctamente y
reaccionar ante ella.
reaccionar ante ella.
c. El significado que el sujeto concede a
dicha situación, lo que permite
etiquetar una emoción, en función del dominio del lenguaje con términos
como alegría, tristeza, enfado, entre otros.
etiquetar una emoción, en función del dominio del lenguaje con términos
como alegría, tristeza, enfado, entre otros.
d. La experiencia emocional que el sujeto
siente ante esa situación.
e. La reacción corporal o fisiológica:
respuestas involuntarias: cambios en el
ritmo cardíaco o respiratorio, aumento de sudoración, cambios en la
tensión muscular, sudoración, sequedad en la boca, presión sanguínea.
ritmo cardíaco o respiratorio, aumento de sudoración, cambios en la
tensión muscular, sudoración, sequedad en la boca, presión sanguínea.
f. La expresión motora-observable:
expresiones faciales de alegría, ira, miedo,
entre otras; tono y volumen de voz, movimientos del cuerpo, sonrisa, llanto y
otros.
entre otras; tono y volumen de voz, movimientos del cuerpo, sonrisa, llanto y
otros.
Tipos
de emociones:
Existen diferentes clasificaciones de las
emociones, pero para la realización de este taller se van a considerar
únicamente las emociones primarias.
Según Gallego,
Gonzáles y Vivas (2007) las emociones primarias, se reconocen por una expresión
facial característica. Estas no son aprendidas sino universales e innatas, así
lo confirmó Paul Ekman (1992) al descubrir que las expresiones faciales de
estas emociones son reconocidas por personas de distintas culturas. Son
emociones que se inician con rapidez y duran unos segundos cada vez, por lo
general se reconocen las siguientes: alegría, la aflicción o tristeza, la ira,
el miedo, la sorpresa y el asco.
Descripción de las emociones primarias:
En base a lo postulado por Gallego, González
y Vivas (2007).
“Es una emoción primaria negativa que se activa por la percepción de un peligro presente e inminente, por lo cual se encuentra muy ligada al estímulo que la genera. Es una señal emocional de advertencia que se aproxima un daño físico o psicológico. El miedo también implica una inseguridad respecto a la propia capacidad para soportar o manejar una situación de amenaza “(Gallego, González y Vivas, 2007, Pág. 23).
Ira:
“Es una emoción que se produce en respuesta a
sucesos que son considerados como no placenteros.
Denota pesadumbre o melancolía. La tristeza
es una forma de displacer que se produce por la frustración de un deseo
apremiante, cuya satisfacción se sabe que resulta imposible” (Gallego,
González, y Vivas, 2007, Pág. 24).
Asco:
Los desencadenantes del asco son los
estímulos desagradables, fundamentalmente los químicos, los potencialmente
peligrosos o los molestos como, por ejemplo, comida descompuesta, los olores
corporales o la contaminación ambiental.
Es el estado de ánimo que se complace en la
posesión de algún bien. La felicidad facilita la empatía, lo que promueve la
aparición de conductas altruistas. Asimismo, contribuye al rendimiento cognitivo,
la solución de problemas, la creatividad, el aprendizaje y la memorización. Los
desencadenantes de la felicidad son los éxitos o los logros, la consecución de
los objetivos que se pretenden. Igualmente se produce por la congruencia entre
lo que se desea y lo que se posee, entre las expectativas y las condiciones
actuales, y en la comparación con las demás personas.
Es la más breve de las emociones porque
rápidamente suele convertirse en otra emoción. Es una reacción causada por algo
imprevisto o extraño, como un trueno o una celebración no anunciada.
La sorpresa también se da cuando se producen
consecuencias o resultados inesperados o interrupciones de la actividad en
curso. Funcionalmente sirve para preparar al individuo a afrontar de forma
eficaz los acontecimientos repentinos e inesperados y sus consecuencias.